Seva en la Casa de Ronald McDonald
En la mañana del domingo 30 de septiembre, los Jóvenes de Houston se reunieron para compartir su amor, sirviendo desayuno a niños gravemente enfermos, quienes junto a sus familias se hospedan en la Casa Ronald McDonald. Este es un nuevo Seva que la Juventud de Houston ha emprendido en sus continuos esfuerzos para servir al Señor a través del servicio a aquellos que están sufriendo. La Juventud no sólo sirve un desayuno saludable sino que también conversa con las familias, pues en ocasiones incluso algunas palabras de preocupación y compasión pueden alumbrarle el día a una persona.
La Casa Ronald McDonald House (abreviada como RMH en inglés) es un “hogar lejos del hogar” que otorga un espacio de alojamiento para familias mientras que sus hijos son sometidos a procedimientos quirúrgicos y tratamientos en las instituciones del Centro Médico de Texas. Aunque ciertos snacks son porporcionados por la facilidad, las familias, muchas de las cuales han viajado desde lo más remoto de Houston por un tratamiento médico, aún necesitan salir de la facilidad y pagar por sus comidas. La Juventud de Houston sintió que proporcionarle un desayuno sabatino infundido con su amor y oraciones a estas familias quienes atraviesan un momento tan difícil les otorgaría también, el tan necesario respiro de sus labores diarios. Esperaban que platicar con ellos y compartir su positividad les proporcionaría el tan pequeño pero necesario empuje para marchar con esperanza y saber que no están solos en sus luchas.
La Juventud sirvió tacos calientes y saludables para el desayuno junto a una variedad de fruta cortada como piña, fresas, uvas y naranjas para todas las familias. Un total de 50 personas fueron atendidas. El sistema implementado por RMH fue anunciar por un intercomunicador a todos los residentes a lo largo de la gran facilidad de pisos múltiples lo siguiente: “El Grupo Sai está proporcionando desayuno. Por favor bajen”. La Juventud no sabía que esperar pero lentamente comenzaron a ver pequeña almas en compañía de sus padres, hermanas y hermanos acercarse con una sonrisa para tomar parte de la comida, de la cual muchos dijeron que estaba deliciosa y que definitivamente era un deleite. La Juventud los saludó con mucho amor y platicó con ellos brevemente. Una madre cuyo hijo quizá no sobreviva, pero quien se encontraba tan agradecida por todo el amor que estaba recibiendo dijo: “Este es un lugar en donde los milagros suceden”. La Juventud se sintió agradecida por haber encontrado un lugar donde servir en el cual el Amor y la Esperanza ya estaban en el aire.
La Juventud se sintió más humilde al ver a niños de 5 o 6 años de edad sufriendo de enfermedades amenazantes para la vida. El dolor de sus padres no solamente era visible, pero podía ser experimentando, mostrándole a la Juventud la Unidad entre todos. Lo que sorprendió a la Juventud fue que muchos de estos niños pequeños tenían sonrisas en sus rostros y solamente eran niños que estaban viviendo el momento. Esto realmente inspiró a la Juventud puesto que es tan fácil deprimirse acerca de asuntos triviales en la vida pero cuando uno ve a niños enfrentar este tipo de situaciones con una sonrisa, las cosas ciertamente se ponen en perspectivas. Al limpiar y abandonar la RMH ese día, la Juventud se dio cuenta de que sin lugar a dudas el servicio beneficia más al servidor que a aquellos que son servidos. Se encontraban agradeciedos por esta oportunidad y esperan con ansías su siguiente oportunidad para servir.