Las bolsas de refrigerio se empaquetaron y se cantaron nueve Aumkars y Gayatris invocando a Swami para que bendijera el Seva y las bellas almas que recibirían los alimentos. Los jóvenes se dirigieron a la ubicación principal donde se reúnen muchas de las personas en situación de calle pero se sorprendieron al encontrar muy pocas personas ese día. Dejaron todo a Swami y empezaron a pensar en locaciones alternativas para distribuir los alimentos. Uno de los jóvenes tuvo la idea de revisar en los refugios locales y si les gustaría aceptar las bolsas de refrigerio para darlas a sus residentes. El primer refugio que consultaron inmediatamente respondió que necesitaban comida para el almuerzo y que gustosamente aceptaban las bolsas. Cuando los jóvenes llegaron al refugio fueron bienvenidos con sonrisas maravillosas, refulgiendo con gratitud y amor de los residentes cuando recibían las bolsas de refrigerio. Y así, otra actividad de servicio legó a su fin y los jóvenes expresaron su gratitud a Swami por esta oportunidad de servir. Habiendo recibido de Swami la ambiciosa meta de expandir sus esfuerzos para remediar el problema del hambre en sus comunidades, los jóvenes continuarán luchando por contribuir con sus pequeñas acciones a Su gran misión divina.