Trabajo en la distribución de comida a la gente en situación de calle desde diciembre de 2017, en Rio de Janeiro, cuando comenzamos nuestro proyecto llamado Narayana Seva. Hoy, recordando ese momento, puedo ver el comienzo de un cambio que proviene desde el interior, dado que viene desde mi ser interno y crece gradualmente.

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Al principio, no fue fácil, parecía que todo me llevaba a dejar los días que iba a suceder el servicio; siempre aparecía algo que quería hacer. Usualmente, eran cosas frívolas, como una fiesta, vida nocturna o cualquier otro evento de ocio.  Con el tiempo y voluntad de avanzar en el trabajo de servicio para otros, me enfrenté a esos deseos. Al no poder evitar 100% de ellos, comencé a equilibrar un poco y ahí fue cuando me di cuenta de que en realidad era un deseo creado por la ilusión o por el amor que existe en nuestros corazones. Cuando me empecé a dar cuenta de esto, los deseos inútiles disminuyeron, provocando un desinterés en los lugares que frecuentaba anteriormente, viejos hábitos y ciertas compañías, ya que estaba en otra frecuencia. Relaciono mis cambios con la devoción a Swami y mi implicación con Narayana Seva, que hoy veo como una misión que me esfuerzo por asistir a casi todas las distribuciones. Algo me hace pensar que estoy por un buen camino y he tenido evidencia de que Swami me mostró que no estoy solo y que puedo confiar en Él siempre. No hay dudas, Narayana Seva me ayudó a ver que mis necesidades no estaban ni siquiera cerca a lo que mis hermanos estaban pasando; me ayudó a ver las necesidades de otros y que deberían estar antes que las mías, me ayudo a amar más a la humanidad y me dio una paz indescriptible. Entonces, siempre estoy tan agradecido a Swami por haber iniciado mi proceso de transformación. Quiero contribuir y dedicar más y más a este proyecto y ganar más y más el amor de Swami.